Auschwitz-Birkenau en un día: qué ver y cómo organizar tu visita
En nuestra visita a Cracovia en tres días, durante nuestro Interrail por Polonia, fue inevitable dedicar una tarde a ver el Campo de concentración de Auschwitz-Birkenau.
No nos engañemos, ya que esta no es una visita agradable, pero es algo que, sin duda, todo el mundo que pueda, debería hacer en algún momento de su vida.
Para más info sobre Cracovia, visita en nuestro blog: Qué ver en Cracovia en 3 días
Para más info sobre nuestro Interrail por Polonia, visita en nuestro blog: Interrail por Polonia, Países Bálticos y Finlandia
Cómo ir a Auschwitz desde Cracovia en tren: horarios y precios
Llegar a Auschwitz en transporte público es más fácil de lo que parece (bastantes frecuencias al día, aunque menos en invierno) y sobre todo es muy barato.
Entre ir en tren o ir en autobús a Auschwitz desde Cracovia nosotros nos decantamos por el tren, que aunque te deja un poco alejado, tanto de Auschwitz como de Birkenau (ambos a una media hora a pie, pero en sentidos opuestos), el billete solamente cuesta 11 euros ida y vuelta y se puede comprar en las máquinas de las estaciones y en la web de los trenes polacos.
Para combinar vuestros horarios, visitar:
Otra de nuestras recomendaciones es hacer la visita Auschwitz por la tarde por diversos motivos:
Primero, porque por la tarde encontraréis mucha menos gente.
Segundo, porque a última hora hay entradas gratuitas a la venta
Y tercero, porque de camino podéis parar a comer, y bien, en alguno de los restaurantes que hay entre la estación de Oswięcim y Auschwitz.
Entrar gratis en Auschwitz: cuándo y cómo reservar
El precio de la entrada a Auschwitz es de 30 euros aproximadamente, por persona, lo que a nosotros para ser Polonia, nos parece una exageración.
Estas visitas, de 3 horas y media, son guiadas, en grupos de unas 15 personas, y se puede elegir el idioma (según el horario programado que hay cada día).
Y si, hay también en español, y como mínimo una al día, aunque en verano suele haber más.
Afortunadamente, al tratarse de un monumento ejemplarizante para la humanidad, sobre algo que no debería volver a suceder, cada día hay disponibles una serie de entradas gratuitas (pero sin guía) para todo el mundo.
Estas entradas suelen volar, sobre todo en temporada alta, y recomendamos sacarlas (a coste cero, claro) contra antes, mejor.
Tener en cuenta que se ponen a la venta con tres meses de antelación!!!
Aquí tenéis la web para sacar vuestras entradas (recordar que aunque sean gratis se han de sacar!!!):

Qué ver en Auschwitz: guía para visitar con niños
Lo primero que impresiona cuando se llega al Campo de concentración de Auschwitz es la gran cantidad de seguridad que hay para entrar al recinto (hasta dos controles exhaustivos se han de superar!!!).
Luego viene el largo pasillo subterráneo donde, por megafonía, van pasando lista de las personas que fueron asesinadas allí.
La verdad es que esto es un poco escalofriante, y sobre todo lo fue para nosotros ya que, extrañamente, caminamos todo el pasillo en completa soledad.
Una vez se sale al exterior, ya estás en el Campo de concentración.
Hay que decir que nosotros viajábamos con un niño de 12 años, y tal y como recomiendan las normas de Auschwitz (que no prohiben), evitamos entrar a las exposiciones más duras que hay dentro de los barracones del campo.
Os recomendamos leer bien las normas y recomendaciones que hay en la web, ya que hay unas cuantas…
Al no entrar en estas exposiciones, nuestra visita a Auschwitz nos dejó un poco indiferentes, todo hay que decirlo…
La cuestión en sí es que Auschwitz está muy bien cuidado, con los barracones bien pintados, la vegetación exuberante y el suelo limpio como una patena, y esto, desgraciadamente, hace que te sea difícil hacerte una idea del horror que allí se vivió.
Si que nos impresionó, todo hay que decirlo, la puerta de acceso al campo, con el famoso cartel hipócrita del Arbeit Macht Frei (el trabajo te hará libre…), y también las vallas de espino, los faroles, las celdas de los presos y el pequeño crematorio.
Pero, sin lugar a dudas, lo más impresionante, escalofriante y abrumador de la visita a Auschwitz-Birkenau es precisamente esto segundo: Birkenau…
¿Vale la pena ir a Birkenau?
Auschwitz y Birkenau están separados por tres quilómetros, pero el trayecto se hace muy fácilmente gracias a un servicio gratuito de autobuses que une continuamente y con muy poca espera ambos campos.

Birkenau se construyó cuando Auschwitz se hizo pequeño para alojar tal cantidad de judíos, y fue aquí donde los nazis exterminaron a más de un millón de personas.
Sorprende que la entrada esté mucho menos vigilada que en Auschwitz, pero esto se debe a que lo que hay aquí son, básicamente, ruinas.
Y es esto lo que te deja más impresionado: parece como si los nazis se hubieran ido ayer mismo!!!
Aquí las sensaciones son muy diferentes a Auschwitz: Aquí te puedes imaginar realmente el terror de lo que pasó aquí…

Es muy escalofriante ver la enorme extensión que ocupa Birkenau, como también lo es ver la bien conservada puerta de entrada, con esas vías de tren que tantas veces hemos visto en las películas, y los pocos barracones que se han conservado.
Y por último, al fondo del campo, y tras una larga caminata, podréis ver las ruinas de lo que fueron las cámaras de gas y los crematorios, que los nazis se encargaron de eliminar cuando huyeron de Birkenau.

Esta visita no os va a dejar indiferentes, y os marcharéis con la sensación de que los seres humanos podemos llegar a ser horribles.
Y aquel dicho que dice que el hombre es el único ser vivo que nunca vuelve a tropezar con la misma piedra es absolutamente falso, ya que los genocidios, desgraciadamente, se siguen produciendo hoy en día.
Es por esto que la visita a Auschwitz-Birkenau creemos que debería ser obligada, accesible, y gratis para todos los ciudadanos de este planeta, y alejarse del modelo de negocio que es más, hoy en día.
Lo peor de Auschwitz
Pues fue esto, precisamente, lo que no nos gustó de Auschwitz:
El negocio que hay montado allí, para intentar sacar el máximo de dinero a la gente que va de visita.
Para empezar, el precio de la entrada (en el caso de que no puedas sacar las escasas gratuitas que hay) a 30 euros es una exageración para el nivel de Polonia.
Además, como las mochilas no se pueden entrar, pues a pagar, también, la taquilla!!!
Y que no se os ocurra tener hambre o sed, ya que del bar, saldréis desplumados (precios increiblemente desorbitados).
Ah! Y no utilicéis el clásico recurso del viajero con poco dinero de llenar la botella de agua en el lavabo en verano y a 35 grados…ya que sale caliente!!!
La verdad es que salimos de ahí doblemente cabreados por causa del genocidio (del que todavía no hemos aprendido nada como humanidad) y del negocio que hay allí montado.
Pero aún así, no dejéis de ir a verlo…
Dónde comer rápido, barato y bien en Auschwitz…
Como ya hemos explicado: ni se os ocurra comer en el restaurante de Auschwitz!!!
En la localidad de Oswięcim (que es el nombre que tiene Auschwitz en polaco) podréis encontrar restaurantes donde se come muy bien y a un precio polaco, como debe ser.
Nosotros queríamos probar, por primera vez, uno de los platos más típicos de la cocina polaca: los Pierogi, de los que nos habían hablado muy bien.
Tuvimos la suerte justo al salir de la estación de Oswięcim con destino al campo de Auschwitz de encontrar la Pierogarnia Rodzinna u Mamusi, de largo y curioso nombre, y que os recomendamos enfáticamente.
Los pierogi son una especie de raviolis, un poco más duros y grandes de los italianos que ya conocemos, que se pueden rellenar de cualquier cosa (también dulces) y que se acompañan con diversas salsas.


Os invitamos a probarlos y ya nos diréis!!!
El servicio y el precio también eran extraordinarios y dignos de mencionar.
Un oasis de humanidad en medio de tan poca…


