Qué ver en Amberes en un día: itinerario exprés en tren por Flandes

Ruta a pie por Amberes: lo imprescindible de la ciudad de los diamantes

Amberes (Antwerpen en flamenco) es una de las ciudades top de Flandes, aunque no sea tan conocida como Brujas, Bruselas o incluso Gante.

Sus encantos de ciudad medieval sumados a la huella que han dejado dos de sus habitantes más ilustres, Rubens y Van Dijk, hacen de Amberes una visita imprescindible a todo viajero que viene a conocer Flandes.

Cómo ir a Amberes en tren desde Amsterdam o Bruselas

Andenes en la estación de tren de Amberes. Foto de Carlos Garcia Delgado.

Además, su cercanía y excelente comunicación, de esta ciudad de Bélgica, con los Países Bajos, hacen que se pueda visitar en un solo día, si estáis de visita por el país de los tulipanes.

Para más info sobre Rotterdam, visitar en nuestro blog: Qué ver en Rotterdam en 2 días

Lo mismo os recomendamos hacer, si estáis de escapada a Bruselas.

Y también si estáis de viaje por Flandes, visitando la turística Brujas o la bellísima Gante, también podéis acercaros en tren de forma rápida, cómoda y económica.

Para más info sobre Flandes, visitar en nuestro blog: Qué ver en Flandes en 2 días

Para más info sobre Brujas, visitar en nuestro blog: Qué ver en Brujas en un día

Para más info sobre Gante, visitar en nuestro blog: Qué ver en Gante en un día

Aquí tenéis los links de los trenes neerlandeses y belgas, por si os interesara acercaros, que seguro que si.

www.ns.nl

www.belgiantrain.be

Hay trenes cada media hora y a precios bastante económicos!!!

Y lo que es sin duda lo mejor de todo: poder vivir la experiencia irrepetible de llegar en tren, a la considerada por muchos, estación de tren más bonita del mundo.

Qué ver en Amberes en un día: estación y barrio de los diamantes

La Estación de Antwerpen-Centraal es de lo mejor que hay ver en Amberes, sin lugar a dudas.

Fachada barroca de la estación de tren de Amberes. Foto de Carlos Garcia Delgado.

A nosotros nos impresionó tanto, en un intercambio rápido de trenes que hicimos en un Interrail que, un año más tarde, regresamos para verla con más calma.

Todo en ella es impresionante: sus escaleras de mármol, sus esculturas, su reloj, sus vestíbulos, su cúpula de cristal y sobre todo su fachada barroca.

Y también impresiona lo enorme que es, con hasta tres niveles de vías!!!

De todas maneras no nos gustó para nada el ambiente sórdido de la estación (como pasa en la mayoría de ellas), ni tampoco la poca calidad de los negocios de comercio y hostelería ubicados allí (exceptuando los gofres de Chez Albert, que estaban sublimes!!!).

Excelente gofre de Chez Albert en la estación de Amberes. Foto de Carlos Garcia Delgado.

Sólo salir de la estación, nos topamos con una de las visitas típicas de la ciudad y que a nosotros nos pareció, aunque curiosa, lo peor de Amberes.

Se trata del lamentable Barrio de los Dimantes de Amberes.

Son, nada más y nada menos, que cuatro calles de nombre impronunciable, donde se ubican una gran cantidad de joyerías, donde se venden, básicamente, diamantes.

Los hay de todo tipo: pequeños, grandes, con anillos, en colgantes, etc.

El ambiente de dinero que allí se respira es mucho peor que el de la miseria que hay en las estaciones de tren, como, por ejemplo, la de Amberes.

En ese barrio, altamente protegido por barreras y cámaras de seguridad, deambulan, mayoritariamente, chicas muy muy jóvenes cogidas del brazo de señores muy muy mayores, de tienda en tienda, a la caza del diamante.

En las puertas de las joyerías aguardan los joyeros, la mayoría de la comunidad judía muy implantada en esta zona que, vestidos con sus trajes y sombreros negros tradicionales, aguardan la llegada de alguien capaz de gastarse miles de euros en un pedacito de carbono.

La comunidad judía que se ha establecido en este barrio es enorme y es muy curioso ver como se desplazan por el barrio con sus bicicletas, y a una velocidad increible!!!

Dejamos rápidamente este barrio de derroche con muy mal cuerpo y entramos en la Calle Meir, la calle comercial más importante de Amberes.

Esta larga calle nos lleva directamente al casco antiguo de la ciudad y además es una buena oportunidad para hacer algunas compras e incluso comer, si ya tenemos hambre.

Qué ver en el centro histórico de Amberes: Groenplaats, Grote Markt y catedral

Al entrar en la zona histórica de Amberes lo primero que encontraremos es la Groenplaats (o Plaza Verde).

La Groenplaats de Amberes con la estatua de Rubens en primer término y la catedral al fondo, entre la niebla. Foto de Carlos Garcia Delgado.

Esta enorme plaza, con una estatua de Rubens en el centro, aloja una buena colección de edificios históricos de la ciudad, siendo el principal de ellos La Catedral de Nuestra Señora de Amberes.

Este precioso edificio de estilo gótico se caracteriza, principalmente, por ser la iglesia más grande de Bélgica y tener el campanario más alto, también, con 123 metros.

Si a esto añadimos las obras maestras de Rubens que hay en su interior, hará que su entrada, aunque muy cara, sea imprescindible.

De camino al siguiente top de Amberes, pasaremos por múltiples bares y restaurantes, todos muy apetecibles, donde podemos hacer una paradita, y también encontraremos, un poco escondido, el Callejón Vlaeykensgang.

Aunque muy medieval, a nosotros no nos impresionó demasiado, pero como venía de paso…

Callejón de Vlaeykensgang de Amberes. Foto de Carlos Garcia Delgado.

Finalmente, a pocos metros, llegaremos a lo mejor de Amberes según nuestra opinión: la plaza de Grote Markt o Plaza del Mercado Grande de Amberes.

Plaza del Grote Markt con la catedral de fondo. Foto de Carlos Garcia Delgado.

Esta maravilla, que os dejará hipnotizados, está llena de edificios gremiales del siglo XVI de diferentes colores.

También en esta plaza está una de las joyas de Amberes y de todo Flandes, y que es Patrimonio de la Humanidad: El Ayuntamiento de Amberes, una auténtica maravilla de estilo renacentista.

El Ayuntamiento de Amberes y la Fuente de Brabo en la plaza del Groen Markt. Foto de Carlos Garcia Delgado.

En el centro de la plaza, además, podremos admirar la Fuente de Brabo, cuya leyenda da nombre a la ciudad:

Pues resulta que el gigante Druon Antígono cortaba las manos a todos los marineros que amarraban en la zona y que no le pagaban peaje.

Después de cortarlas las lanzaba al río que pasa por Amberes, el río Escalda.

Hasta que un día vino uno más chulo que el resto, Silvio Brabo que se cargó al gigante y le cortó la mano en venganza de sus colegas amputados.

La fuente rememora esta leyenda y nos recuerda que el significado de Antwepen proviene de «Ant», mano y «Werpen», lanzamiento.

Ahora tocaría ir a visitar lo mejor de la zona del puerto de Amberes, pero antes, merece la pena acercarse a ver la Iglesia de San Carlos Borromeo, una preciosidad barroca en cuya fachada colaboró Rubens.

Iglesia de San Carlos Borromeo de Amberes. Foto de Carlos Garcia Delgado.

Qué ver en el Puerto de Amberes: Castillo de Steen y Eilandje

Solo llegar a la zona portuaria (la desembocadura del río Escalda, para ser más precisos) nos llama la atención el viejísimo Castillo de Steen, que no en vano, es el edificio más antiguo de Amberes.

Castillo de Steen, junto al Puerto de Amberes. Foto de Carlos Garcia Delgado.

Y también, a lo lejos, empezamos a intuir, lo que para nosotros es otra de las maravillas de Amberes: El Barrio de Eilandje.

Este barrio moderno de Amberes ha reutilizado antiguas instalaciones portuarias para crear nuevos espacios culturales y zonas de ocio en la ciudad.

Lo que más nos gustó, fue el diseño de muchos de sus edificios, algunos de ellos realmente alucinantes.

Os recomendamos ir a ver estos tres edificios (los dos primeros, además, son unos extraordinarios museos):

El Red Star Line Museum.

El MAS.

El edificio Havenhuis del Puerto de Antwerpen.

Aunque el barrio de Eilanje esté un poco alejado, os recomendamos muy encarecidamente acercaros a visitarlo, ya que seguro que, como el resto de Amberes, os va a encantar.

Nuestro mapa de qué ver en Amberes…

Qué más hay que ver cerca de Amberes…