Brujas en un día: escapada exprés en tren por Flandes

Los imprescincibles de Brujas para aprovechar tu visita a la ciudad más bonita de Bélgica

Brujas es el clásico viaje de un solo día, que todo el mundo hace, cuando visita Bélgica.

Su cercanía con la capital, Bruselas, a tan solo una hora de viaje en tren, con muchas frecuencias diarias y a muy buen precio, hacen que la visita a Brujas sea inevitable.

También, la escasa distancia con Amberes (a una hora y media de tren) y con Gante (a tan solo media hora), hacen que podamos combinar la visita a las tres ciudades de Flandes de forma rápida, barata y sencilla.

Para más info sobre Amberes, visita en nuestro blog: Qué ver en Amberes en un día

Para más info sobre Gante, visita en nuestro blog: Qué ver en Gante en un día

Para más info sobre Flandes, visita en nuestro blog: Qué ver en Flandes en 2 días

Para organizar vuestro viaje a Brujas en tren desde Bruselas, Gante o Amberes, consultar la web:

www.belgiantrain.be

Y es que, como todo el mundo ha oído maravillas de esta ciudad, que es Patrimonio de la Humanidad por su casco antiguo medieval tan bien conservado, y por sus canales (conocida como La Venecia del Norte), pues al final todos vamos.

Y ahí está el principal problema de Brujas: su éxito.

Y es que si os molesta el turismo masivo, ir a Brujas no es una buena opción, a no ser que vayáis en temporada baja (si es que la hay), lloviendo (por suerte bastante a menudo) o de noche (que fue, sin duda, como disfrutamos más nuestra visita a Brujas).

La visita se puede hacer perfectamente en un día, pero nosotros, por suerte, decidimos quedarnos a dormir, y así poder disfrutar de la visita nocturna a Brujas, que fue una maravilla y que os recomendamos hacer encarecidamente.

Afortunadamente, en esta zona de Europa los horarios son muy distintos a los del sur del continente y, a partir de las once de la noche, ya no hay nadie por la calle, excepto vosotros…

Además, Brujas está muy bien iluminada, y las fotos instagrameras quedarán de cine!!!

Hotel Entree Brugge: céntrico, barato y con cervecita incluida

No nos engañemos, pero Brujas es cara: cosas del éxito.

Encontrar un sitio para dormir, y no digamos para comer, por un buen precio, es tarea imposible.

Aún así, os recomendamos el Hotel Entree Brugge, que aunque parece una casa de huéspedes del rollo «Atrapado en el tiempo» (para los boomers la peli del Día de la Marmota), tiene unas habitaciones enormes y muy muy cómodas.

Hotel Entree de Brujas que nos recordó a la casa de huéspedes de la peli El Día de la Marmota. Foto: Carlos Garcia Delgado.

Y te dejan una cervecita artesana belga en la nevera, que eso es un detalle siempre de agradecer…

Y el hotel es muy céntrico pero en una zona tranquila, aunque la estación de tren quede un poquito lejos (20 minutos andando).

La estación de tren de Brujas está un poco lejos del centro de la ciudad. Foto de Carlos Garcia Delgado.

Qué ver en Brujas de día y de noche: los rincones más fotogénicos e históricos de la Venecia del norte

Si venimos andando desde la estación de tren, entraremos al casco antiguo de Brujas por la calle de Zuidzandstraat, que junto a la Noordzandstraat configuran las principales arterias comerciales de la ciudad.

Lo primero que veremos es la imponente Catedral de San Salvador de Brujas, con una torre de 99 metros, justo unos metros antes de entrar en uno de los top de Brujas: La plaza del Grote Markt.

Coloridas casas gremiales de la plaza Grote Markt de Brujas. Foto de Carlos Garcia Delgado.

Esta increíble plaza, repleta de coloridas casas gremiales, destaca sobre todo por dos edificios espectaculares: La Corte Provincial de Brujas (edificio que originariamente fue construido para centralizar el comercio de paños y que ahora es la sede del gobierno regional) y el Campanario de Belfort (no confundir con el de Gante, que se llama igual).

El Campanario de Belfort de Brujas de noche, que es cuando se debe ver. Foto de Carlos Garcia Delgado.

El Campanario de Belfort es uno de los edificios más simbólicos de Brujas, que con sus 80 metros altura, recomendamos visitar, aunque haya que subir a pie por unas largas escaleras, ya que las vistas son increíbles.

La torre, ligeramente inclinada, alberga un famoso carrillón de 43 campanas que suenan cada hora, deleitando a la gente que lo escucha en la plaza y dejando sordos a los que han subido a lo alto de la torre.

Si seguimos adelante por la calle Breidelstraat, con típicas chocolaterías, llegaremos a la Plaza De Burg, otro de los top de Brujas.

Esta es una de las típicas plazas que cuando entras, de golpe, quedas abrumado por su belleza (a nosotros nos gustó más que la Grote Markt).

En esta plaza se dan cita tres edificios, a cuál de ellos más increible:

El Ayuntamiento de Brujas, que ocupa gran parte de la plaza, es de los más antiguos que hay en Europa, aunque su buen estado de conservación, indique lo contrario.

Justo a su lado izquierdo, y más pequeño, está el Franconato de Brujas, con su típico, e instagrameable portal, que se abre hacia la calle Blinde-Ezelstraat, en dirección al famosísimo Muelle del Rosario.

De izquierda a derecha, Franconato y Ayuntamiento de Brujas, sin gente de por medio estropeando la foto. Foto de Carlos Garcia Delgado.

Y el tercero de los edificios, la joya de la plaza, y a la derecha del Ayuntamiento, la Basílica de la Santa Sangre de Brujas.

Esta iglesia, preciosa con sus estatuas doradas en la fachada, alberga en su interior una ampolla con lo que dicen que es la sangre de cristo (sin comentarios).

Basílica de la Santa Sangre de Brujas, muy bien iluminada. Foto de Carlos Garcia Delgado.

Justo detrás de todos estos edificios está, como hemos dicho, el muy fotografiable, Muelle del Rosario.

La belleza de este sitio es extraordinaria, como así lo demuestran las decenas de fotógrafos que a todas horas (excepto por la noche) andan por allí.

La foto más típica de Brujas: El Muelle del Rosario. Foto de Carlos Garcia Delgado.

Este muelle, a parte de ser la foto más típica de Brujas, dio origen a la ciudad, con un primer asentamiento vikingo allá por el siglo IX.

Si a estas alturas, ya estáis cansados de estar rodeados de turistas, os recomendamos un paseo por el cercano y tranquilo Canal de Groenerei, también llamado Canal Verde de Brujas, debido a la gran cantidad de vegetación que hay a ambos lados del curso del agua.

Canal de Groenerei o Canal Verde de Brujas. Foto de Carlos Garcia Delgado.

Volviendo sobre nuestros pasos, llegaremos a otra zona de Brujas, también muy tranquila, donde encontraremos la Iglesia de Nuestra Señora y su estatua más famosa: La Madonna de Brujas de Miguel Ángel.

Esta imponente iglesia de 120 metros de altura, está, sorprendentemente, construida con ladrillos y es la segunda más alta del mundo de estas características.

Junto a ella está el llamado Puente de Bonifacio (o Puente del Amor), un precioso oasis de paz entre tanto bullicio.

El remanso de paz que es el Puente de Bonifacio de Brujas. Foto de Carlos Garcia Delgado.

La magia nocturna del Canal de Spiegel de Brujas

Un poco alejada del centro, pero que a nosotros nos encantó, está la Plaza de Jan van Eyck.

En esta preciosa plaza está el inicio del Canal de Spiegel, y si váis cuando ha oscurecido, quedaréis abrumados con la magia que tiene este lugar.

Y además, por esta zona, hay buenos restaurantes y bares donde cenar y tomar unas copas.

Imagen del Canal de Spiegel desde la Plaza Jan van Eyck de Brujas. Foto de Carlos Garcia Delgado.

Si disponéis de algo más de tiempo, también os recomendamos que os acerquéis a ver el Parque de Kruisvest, con sus pintorescos e instagrameables molinos.

Qué comprar, comer y beber en Brujas sin romper la hucha

Brujas es conocida sobre todo por su chocolate y es por esto que encontraréis muchas chocolaterías a lo largo y ancho de la ciudad.

Eso sí, preparar la cartera, porque barato no es.

Tamoco olvidéis de probar, como en todo Bélgica, sus gofres y sus patatas fritas (deliciosas).

Y para beber, una buena y cara cerveza belga, es siempre la mejor opción.

Nuestro mapa de qué ver en Brujas…

Qué más hay que ver cerca de Brujas…